miércoles, 29 de junio de 2016

la costa


Historia la costa 
Uno de los temas más importante en el desarrollo histórico del Ecuador es la intensa rivalidad que ha existido siempre entre las regiones Costa y Sierra, particularmente entre sus dos principales ciudades: Quito y Guayaquil.
La decisión del presidente Gabriel García Moreno de otorgar amplios poderes a la Iglesia Católica durante la segunda mitad del siglo xix, dio inicio a un período que acabaría por sellar la dicotomía entre las ya dispares regiones: la conservadora Sierra y la Costa liberal. Algunos creen que la decisión de García Moreno de dar casi total autoridad a la Iglesia pudo haber salvado al naciente estado ecuatoriano de la fragmentación, a la vez que otros afirman que esta decisión sólo sirvió para polarizar la rivalidad entre ambas regiones.
Si Moreno inició la rivalidad, el alzamiento de Eloy Alfaro al frente del radical Partido Liberal, que sucedió a los 15 años de conservadurismo de Moreno (asesinado en 1875), encendió esta rivalidad en la conciencia nacional. Alfaro fue la antítesis de Moreno. Obtuvo el poder en favor de los liberales guayaquileños y estableció la separación permanente entre la Iglesia y el Estado. Este movimiento inició una breve guerra civil que fue ganada por los liberales.
La remoción de los asuntos religiosos de la agenda nacional poco hizo para reducir el creciente regionalismo que ahora se traspasó a las diferencias económicas entre una Costa caracterizada por grandes empresas dedicadas a la exportación agrícola a gran escala y una Sierra de pequeñas granjas y negocios pequeños.

La Costa ecuatoriana
Actualmente la competencia entre ambas regiones se ha desplazado a áreas menos vitales como el deporte y la cultura. A pesar de todo, y aunque difícilmente lo admitan, los quiteños están felices de que la Costa aun sea parte de Ecuador. Sería muy duro perder esas hermosas playas, la marimba de los afro descendientes, o los deliciosos platos de mariscos frescos.

Geografía y Clima
Bosques, manglares, pintorescas villas de pescadores y hermosas playas conforman los más de 2 000 km que abarca la franja costera de Ecuador. Caracterizada por un clima cálido y húmedo con temperaturas que oscilan entre 25 y 31 grados Celsius (76 a 90 F). La estación lluviosa se extiende de  diciembre a mayo. Es más cálida y lógicamente lodosa. En cambio la estación seca a pesar de ofrecer menor humedad, realmente no es tan “seca”. Cinco provincias conforman esta franja costera ecuatoriana: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena y El Oro. Existen otras provincias dentro de la región Costa pero que no tienen salida al mar, son las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.

Esmeraldas, la “provincia verde” 
(Tomado de la página “La provincia de Esmeraldas” escrita por Lexi Hazam y Francisco Mallinson.)
En el extremo noroccidental de Ecuador, culturas con raíces que abarcan todo el planeta se reúnen en medio de bosques, ríos y mar. Este curioso nexo de pueblos y ecosistemas es la esencia de la provincia de Esmeraldas y de la atracción que esta ejerce sobre sus visitantes.
Los primeros españoles que tocaron suelo ecuatoriano lo hicieron por la costa pacífica en 1526, precisamente en las playas de esta provincia. Los conquistadores se quedaron impresionados al ver a los indígenas que les recibieron en la costa, engalanados con esmeraldas. Esto los convenció de que la región era abundante en estas gemas y por ello la nombraron así.
Aunque actualmente Esmeraldas posee muy pocas esmeraldas, al menos si hace honor a su epíteto de “provincia verde”. La más septentrional de las provincias costeras, es también la más exuberante al estar cubierta de estuarios, manglares y bosques tropicales anegados. Sus salvajes y remotas tierras interiores, sólo accesibles en canoas, hacen de esmeraldas el entorno perfecto para un épico safari fluvial. Al recorrer las poblaciones fronterizas, que aparecen de la nada entre la densa y verde vegetación de la selva, el viajero inmediatamente recordará pasajes de “La reina africana” o “El corazón de las tinieblas”.

Puesta de sol en la Costa, una experiencia diaria, pero  extraordinaria.
Si usted no se siente un Indiana Jones y más bien prefiere vegetar que abrirse paso entre la vegetación, Esmeraldas también tiene para usted algunas de las playas más hermosas de la Costa, la mayoría de estas, rodeadas de pequeños asentamientos pesqueros. La pesca del día, será el plato obligado para el turista en cualquiera de los restaurantes u hospedajes frente al mar de la Provincia. Lo mismo en los más humildes que en los más exclusivos.


La provincia de Manabí
Al sur de Esmeraldas nos espera la provincia costera de Manabí, con Manta, la segunda ciudad portuaria más importante de Ecuador, después de Guayaquil.
Las poblaciones costeras a lo largo de Manabí son muy populares entre quiteños y guayaquileños. Durante todo el verano y en los feriados, los ecuatorianos se movilizan hacia pueblos y ciudades como Puerto López, Montañita y Bahía de Caráquez; también hacia el Parque Nacional Machalilla con su casi perfecta playa de Los Frailes, sin dudas la mejor de toda la costa del Pacífico sudamericano.
Avistamiento de ballenas, buceo con snorkel y margaritas en la playa son apenas una pequeña parte de todo lo que se puede conseguir en una visita a las casi prístinas playas de la provincia de Manabí.

La Costa central: desde Montañita hasta la Isla de la Plata
(Tomado de la página “Desde Montañita hasta la Isla de la Plata” escrita por Sarah Lazarus).
La zona media de la línea costera del Ecuador es un área excelente para pasar sus vacaciones. Ofrece kilómetros de playas prístinas que se localizan lo mismo al interior de bahías que en villas de pescadores. También es rica en arqueología precolombina. Está conformada por el extremo sur de la provincial de Manabí y el norte de la provincia de Guayas.

Guayaquil y la provincia de Guayas
La provincia del Guayas es donde se asienta Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador y su puerto principal. El puerto marítimo de Guayaquil abrió en 1964 y actualmente maneja aproximadamente el 90% de todas las importaciones y casi el 50% de las exportaciones del país. Más reconocida por sus posibilidades comerciales, que como destino turístico, hasta hace poco, Guayaquil no estaba incluida en muchos itinerarios de los turistas que visitaban Ecuador. Esta realidad está cambiando gracias a que la actual administración de la ciudad se ha ocupado de mejorar su imagen y en hacerla turísticamente atractiva. Uno de los elementos más ambiciones en este plan es la renovación de la avenida del Malecón. Ahora el conocido paseo incluye parques, restaurantes, un teatro, entre otras atracciones. Además del Malecón vale la pena visitar el barrio Las Peñas y la Plaza Centenario. Estas son sólo unas pocas de las atracciones de Guayaquil. Lo mismo que su capital, la provincia de Guayas merece mucha más atención de la que se le presta actualmente, especialmente sus playas.

La provincia de El Oro
La provincial de El Oro se ubica entre la provincia de Santa Elena y la frontera con Perú. Considerada por muchos como apenas una estación de tránsito entre ambos países, El Oro puede sorprender gratamente a quienes se tomen el tiempo de conocerla y explorarla durante unos días.
La ciudad de Machala, próspera por sus producciones de banano y camarón, divide en dos a la costa de El Oro. A pesar de no ser un destino atractivo en sí misma, Machala funciona como punto de partida para explorar Puerto Bolívar y los manglares que le rodean, los mercados de Santa Rosa, y la atractiva comunidad minera (de oro) de Zaruma.
Junto al río Zarumilla, frente a la frontera peruana, está Huaquillas, el principal punto migratorio entre los dos países. Toca decir que más allá de esta mera función coyuntural, Huaquillas no tiene mucho más que ofrecer a los viajeros que transitan por ella.
Pero, si usted pudo dormir durante su viaje en el bus hacia El Oro, hágase el favor de tomarse uno o dos días para deambular un poco por esta provincia antes de irse a Perú, le garantizamos que se sorprenderá agradablemente con lo que encontrará.

Conclusión
El visitante extranjero que desee conocer seriamente el Ecuador, debe aventurarse más allá de la Sierra y la Amazonía. Mientras que gran parte de la Costa sólo muestra playas paradisíacas similares a las que se pueden encontrar en México o el Caribe, las provincias menos visitadas como Guayas y El Oro, ofrecen a los viajeros una suerte de ventana abierta a través de la cual asomarse y ver la verdadera esencia de la nación.

0 comentarios:

Publicar un comentario